Prof. Juan Moreno.
Executive Fellow. IESE Business School
Prof. Adrián Caldart
Professor de Política de Empresa AESE Business School. Associate Professor de Strategic Management IESE Business School
Los Nuevos Gigantes del Asfalto: Cómo las Automotrices Chinas Están Redefiniendo el Liderazgo Global
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, las empresas automovilísticas chinas han dejado de ser competidores emergentes para convertirse en líderes indiscutibles de la revolución eléctrica, compartiendo el protagonismo con Tesla, el pionero global de la movilidad sostenible. Este avance de las marcas chinas no solo ha sido impulsado por la innovación tecnológica y la producción a gran escala, sino también por el respaldo estratégico del gobierno chino. A través de generosos subsidios, políticas de apoyo a la sostenibilidad y una red en rápida expansión de infraestructura de carga, el país ha allanado el camino para que sus fabricantes de vehículos eléctricos desafíen a gigantes establecidos, tanto en el mercado interno como en el global. Este artículo explora cómo las automotrices chinas, además de Tesla, están transformando la industria automotriz, Además, identifica los retos principales a los que se enfrentan las automotrices chinas para consolidar su posición en China y establecerse en otras regiones, confirmando su papel global.
I. El contexto global de la movilidad
Si bien Tesla fue el pionero que marcó el camino de la transición hacia la movilidad eléctrica, de forma silenciosa se estaba gestando en China un desarrollo masivo de la industria de vehículos eléctricos promovida y financiada en buena medida por el Gobierno Chino. De hecho, en el 10º Plan Quinquenal para el Desarrollo de la Ciencia, la Tecnología y la Educación -una iniciativa de desarrollo de alto nivel del Gobierno Chino para el periodo 2001-2005-, las baterías de iones de litio y los vehículos eléctricos se identificaron como nuevos focos de desarrollo:
Un estudio del Center for Strategic and International Studies (CSIS) cifra en más de 230 millardos de dólares la ayuda del gobierno chino a la industria de vehículos eléctricos en el período 2009-2023.
En ese período, se registraron en China hasta 487 marcas de vehículos eléctricos, de las cuales a principios de 2025 quedan 123 marcas vigentes, tras un proceso natural de consolidación competitiva.
Factores claves de éxito de las automotrices chinas
Si analizamos cuáles han sido los factores clave del éxito de las automotrices eléctricas chinas, destacamos:
- Creciente demanda interna.
- Innovación tecnológica.
- Diseños modernos y atractivos.
- Apoyo del gobierno.
- Ventaja operativa.
Se trata ahora de determinar si algunos de estos aspectos son trasladables a la arena global y pueden ser ventajas competitivas de largo plazo para los fabricantes chinos. Si bien el gigantesco mercado interno ha jugado un papel esencial en promover la aparición y progreso acelerado de las nuevas empresas de automoción en China, relativizamos este aspecto en el análisis competitivo y nos centramos en los desafíos no derivados de la ganancia de escala por la venta en China.
Innovación Tecnológica:
Los fabricantes de automóviles chinos han desarrollado en poco tiempo una tecnología eléctrica superior al promedio, y muy cercana al líder y referente del sector Tesla. La tecnología de los coches del presente y del futuro pivota alrededor de tres ejes principales:
- Tecnología eléctrica: este es un concepto amplio que va más allá de la autonomía. La tecnología eléctrica incluye no sólo las baterías y el sistema de tracción dado por los motores eléctricos, pero también los sistemas relacionados con la carga y su eficiencia. Además de las prestaciones y la autonomía, los líderes de la industria deberán pensar cómo extender el uso de las baterías, y mejorar la actual tecnología y modelo de negocio para maximizar el valor de reventa.
- Tecnología autónoma: el gran potencial que genera la conducción autónoma en nuevos modelos de negocio y fuentes potenciales de ingreso hace que este eje de innovación y desarrollo sea fundamental en el valor de las empresas automotrices. Existen aún múltiples incógnitas sobre la tecnología y su aplicabilidad, pero parece que hay consenso en que este es y será un factor decisivo de diferenciación.
- Interconectividad: permite la comunicación bidireccional entre vehículos, infraestructuras y otros dispositivos, así como la comunicación del vehículo con las redes exteriores, habilitando a los pasajeros para funciones de entretenimiento y contenidos, que serán cada vez más importantes a medida que avanza la tecnología autónoma.
Las fortalezas de estos fabricantes chinos pueden verificarse al comparar algunos de sus modelos con sus equivalentes occidentales.
Ingeniería, Diseño y Gama de Productos:
Una de las consecuencias de la competencia intensa entre las empresas chinas en su mercado local durante los últimos años ha sido el desarrollo significativo que el sector ha mostrado en ingeniería y lanzamiento de productos, reduciendo los plazos de desarrollo en aproximadamente un 30 % en comparación con los OEM tradicionales. Además de la flexibilidad de la red de proveedores, muchas veces menores y más ágiles que en Europa y Estados Unidos, los nuevos players han aplicado un enfoque más modular en el diseño y aprovisionamiento de componentes, confiando a un menor número de proveedores subconjuntos para su ensamblaje final. Además, los fabricantes chinos se han apoyado en métodos virtuales de prueba y test para reducir los largos tiempos de homologación de dos años a menos de uno.
Un aspecto destacable es cómo las empresas automovilísticas chinas han diversificado geográficamente sus competencias de ingeniería y diseño. Como se puede observar en las tablas de la sección II, las principales empresas de automoción han establecido centros de I+D en Europa, Estados Unidos, Mexico, buscando completar sus competencias y atrayendo talento extranjero en disciplinas como ingeniería de componentes, IA, conducción autónoma, ADAS. Además, las principales empresas chinas han contratado como máximos responsables de diseño a profesionales contrastados de la industria que anteriormente diseñaban vehículos para las principales marcas occidentales como, entre otros, Stefan Sielaff, máximo responsable de diseño de Geely y antiguo diseñador de Audi, Bentley, VW, que lidera un equipo de 900 personas distribuidos entre Gothemburg, Shanghai, Kuala Lumpur y Coventry.
La agilidad y rapidez de la industria china, unido al impulso regulatorio y la demanda creciente, han hecho que las marcas chinas tengan catálogos ricos en modelos y variantes. Existen en China más de 600 variantes de vehículos eléctricos de pasajeros dentro de aproximadamente 250 modelos, cifra muy superior a las 400 variantes disponibles en Europa procedentes de 165 modelos.
El papel del Gobierno Chino
Hemos mencionado ya el papel del gobierno chino como promotor de empresas automotrices centradas en el vehículo eléctrico. Contrariamente, en Europa y en Estados Unidos ha existido una inercia muy difícil de vencer de los fabricantes tradicionales, muchos de ellos con enormes inversiones en motores de combustión. Aunque los OEM europeos y americanos han reaccionado al ataque de Tesla mediante el lanzamiento de gamas de vehículos eléctricos, y la Unión Europea y el gobierno norteamericano han impulsado la descarbonización del sector, han existido frenos a la implantación de los vehículos eléctricos que en China no han pesado en la misma medida:
- Matriz de Energía: China es deficitaria en combustibles fósiles y por tanto ha debido acelerar la inversión en fuentes renovables. Sin duda, la electrificación del transporte en China es esencial para poder “liberar” combustibles derivados del petróleo para las industrias chinas. En Estados Unidos, por el contrario, existe superávit de energía fósil (gas y petróleo) lo que no presiona de la misma manera en la electrificación del transporte. En Europa, la presión de la conversión es mayor que en Estados Unidos, pero desigual entre estados con matrices energéticas muy diferentes.
- Estructura del Estado en China: el capitalismo autocrático de China favorece la regulación homogénea y la rapidez en la ejecución. El efecto de la “hoja en blanco” de la estrategia para promover la electrificación del transporte en China en los últimos años ha sido decisivo en el auge de las empresas chinas de coches eléctricos.
- Lobby de las empresas tradicionales de automoción: existe una gran concentración en Estados Unidos, Europa y Japón, y las grandes empresas de automoción tienen aún grandes inversiones no depreciadas en fabricación y tecnología de vehículos de combustión. Los costes de conversión son enormes en las regiones de costes elevados como Europa.
- Desigual implementación de la infraestructura de recarga por regiones. El lobby de las empresas de energía también ha actuado como ralentizador del despliegue de puntos de recarga en Europa y en Estados Unidos, utilizando aún una proporción baja de las estaciones de servicio existentes y priorizando aún el repostaje de los vehículos de combustión.
Infraestructura de Carga
Según las estadísticas de la Alianza de Carga de China, el aumento de infraestructura de carga desde enero hasta diciembre de 2024 fue de 4.222 millones de unidades, un aumento del 24.7% en comparación con el año anterior. Entre ellas, el aumento de puntos de carga públicos fue de 853.000 unidades, un descenso del 8.1% en comparación con el año anterior, mientras que el aumento de puntos de carga privados instalados junto a vehículos fue de 3.368 millones de unidades, un aumento del 37.0% en comparación con el año anterior. A diciembre de 2024, el número total de infraestructura de carga en China fue de 12.818 millones de unidades, un aumento del 49.1% en comparación con el año anterior.
La densidad de puntos de carga por vehículo eléctrico en China es muy superior al de Estados Unidos y Europa, con la excepción de Holanda. Es este un aspecto esencial para explicar la desigual penetración del vehículo eléctrico por regiones. Como ya hemos mencionado, lo verdaderamente diferencial de esta diferencia ha sido el papel del gobierno en la promoción de la infraestructura, en contra a veces de los lobbies empresariales establecidos en el sector de la energía. Además, la proporción de puntos de carga rápida en China supera el 40 % mientras que en Europa es inferior al 20 %.
Ventaja operativa
Existe la tesis que indica que las automotrices chinas están desarrollando una ventaja operativa y de costes frente a sus rivales occidentales.
La hipotética ventaja competitiva de las automotrices chinas se sustenta en la predominancia de la tecnología eléctrica en el futuro cercano y la teórica ventaja adquirida en esta tecnología por las automotrices chinas, dada por:
- Menores costes de manufactura: esta es una ventaja derivada de la escala, los menores costes laborables y la mayor productividad laboral en China. No obstante, es discutible que sea trasladable a otras regiones. Será interesante ver si los fabricantes chinos desarrollan tecnologías y procesos de fabricación innovadores y diferenciados que les permitan mantener un liderazgo operativo fabricando en otras regiones, parecido al know-how de manufactura que facilitó el liderazgo de Toyota a partir de la década de los ochenta, igualando e incluso superando a rivales europeos como VW con mayor antigüedad en la industria. Es verdad que no se trata de una reinvención total de la industria, pero la fabricación de vehículos eléctricos, autónomos e interconectados añade algunos aspectos que definirán la estrategia industrial de las marcas y pueden definir el liderazgo operativo. Es posible que los fabricantes chinos dispongan de algunos años de ventaja respecto a los fabricantes europeos y americanos.
- Mayor integración de la cadena de suministro y acceso a materiales clave, como las baterías. Este es probablemente el aspecto más importante y en el que la industria del automóvil china parece tener una ventaja respecto de las empresas de automóviles europeos y los OEM tradicionales americanos. China domina la industria de fabricación de baterías, con más del 60 % de cuota de mercado mundial. Además, China controla la mayor capacidad mundial de refino de los metales clave en la fabricación de baterías como el Li, Co, Ni. Aguas arriba, China ha asegurado los recursos mineros estratégicos, muchas veces a través de inversiones en otras regiones a través de las empresas mineras estatales. Según el analista del sector Chris Berry, China cuenta con una ventaja de entre 10 y 15 años sobre el resto del mundo en cuanto a la cadena de suministro de baterías para vehículos eléctricos.
La posición de China es dominante en muchos de los minerales clave a lo largo de la cadena de valor desde el refino y procesamiento del mineral hasta la producción de beterías y vehículos. Pese a que los recursos mineros no están predominantemente en China, a excepción del grafito, China tiene inversiones mineras muy importantes en los países de origen de los minerales. En la actualidad, China refina el 68% del níquel, el 40% del cobre, el 59% del litio y el 73% del cobalto del mundo, y sigue ampliando sus explotaciones mineras. China explota casi el 70 % de los recursos de Cobalto de la República Democrática del Congo, y también está tomando posiciones en las fuentes principales de litio en Sudamérica (Argentina, Bolivia, Chile).
Tras analizar los factores que han permitido a las empresas automotrices chinas irrumpir con fuerza en la escena mundial del sector, y a modo de conclusión, daremos nuestro punto de vista acerca de la importancia de cada uno de estos a largo plazo como fuente de ventaja competitiva de los fabricantes chinos. Pensamos que las empresas chinas automovilísticas que puedan competir por escala globalmente tienen una ventaja competitiva operativa trasladable a otras geografías a lo largo del tiempo debido a sus costes y a una integración mayor en la cadena de suministro de baterías, además de acceso a los recursos favorecido por una estrategia nacional.
Adicionalmente, consideramos en los aspectos de desarrollo de tecnología eléctrica y autónoma, y otras funcionalidades de software las empresas chinas competirán ferozmente con las automovilísticas occidentales, y será fundamental en esta competencia el papel de las alianzas entre empresas automotrices y empresas tecnológicas. Será importante el papel de los gobiernos en la promoción de las iniciativas de IA y también la regulación de la conducción autónoma.
Finalmente, creemos que, si bien las empresas chinas han mejorado de forma acelerada sus diseños y cuentan con un mercado nacional cada vez más exigente, creemos que tienen una ligera desventaja frente a las marcas europeas, japonesas y americanas, que han construido su credibilidad e imagen de marca durante décadas. Existe aún cierta resistencia entre los usuarios de más de 50 años que sigue siendo el segmento principal de compradores. No obstante, y más rápido de lo que ocurrió con las marcas japonesas en los 70s y 80s y las coreanas a partir de los años 90, estimamos que esta desventaja competitiva no durará mucho tiempo en Europa y Estados Unidos.
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“A essência da estratégia não está em fazer o que todo mundo faz, mas sim em fazer o que ninguém mais faz .” Michael Porter